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Inteligencia Artificial reemplazará 7,800 empleos en IBM; pausan contrataciones

Reuters reporta que IBM busca reemplazar miles de empleos con inteligencia artificial:

La contratación específicamente en funciones de oficina, como recursos humanos, se suspenderá o disminuirá, dijo Krishna, agregando que el 30% de los roles que no interactúan con clientes podrían ser reemplazados por inteligencia artificial y automatizaciones en cinco años.

Definitivamente, estamos entrando en una nueva era del desarrollo profesional.

El 2 de julio del 2021 escribí en este blog:

Lo que uno como desarrollador de software está buscando constantemente es la automatización de tareas mecánicas y manuales. La ironía es que, en sí, programar también es una tarea mecánica y manual. Y como tal, eventualmente también será automatizada.

En aquel entonces, hablaba sobre GitHub Copilot y sus implicaciones en la industria del desarrollo de software. Continúo:

La tendencia es clara. La verdadera ventaja competitiva para un desarrollador de software no será la parte técnica, sino las habilidades interpersonales.

Esto ya está sucediendo. Puede ser que los empleos de desarrollador de software aún no se vean directamente afectados por la automatización, pero el equivalente ya está sucediendo en otras industrias.

No te limites: cómo aprovechar al máximo tu pasantía

Las pasantías son una excelente manera de adquirir experiencia práctica en tu campo, pero tener una “mentalidad de aprendiz” puede limitar tu crecimiento. Esta mentalidad incluye dudar de tu capacidad para aprender, pensar que no tienes agencia y esperar que otros te den respuestas.

Para aprovechar al máximo tu pasantía, asume la responsabilidad de tu experiencia de aprendizaje. No la trates como un requisito de graduación; utilízala como una oportunidad para aplicar conocimientos teóricos y aprender nuevas habilidades.

Recuerda que las habilidades técnicas son esenciales, pero el conocimiento académico por sí solo no es suficiente para el éxito. Haz que tus habilidades se destaquen en la práctica y busca comentarios de tus compañeros. Usa tu pasantía para adquirir experiencia práctica y aprender de tus colegas de la industria.

Las pasantías ofrecen valiosas experiencias de aprendizaje para habilidades prácticas y conocimientos de la industria. No limites tu crecimiento con una “mentalidad de aprendiz”. Asume la responsabilidad de tu aprendizaje, aplica el conocimiento teórico a la práctica y busca comentarios de tus compañeros para prepararte para tu carrera futura.

No inviertas más en tu educación. Invierte más, y mejor.

Publiqué este Tweet justo antes de inscribirme en un curso algo costoso. Me dio curiosidad saber cuánto dinero invierten las personas en su educación al año.

USD $500 (MXN $10,000) es también más o menos lo que había estado invirtiendo anualmente en mi educación, en promedio, hasta 2020.

Me puse a reflexionar, y me di cuenta de que, por lo menos en mi caso, durante mi proceso de formación, nunca se me inculcó la importancia de invertir en educación. Claro, se me mencionó que la educación continua era importante. Pero nunca se me dijo que una de las formas de mantenerme educado continuamente era “aventándole dinero al problema”.

Suena raro, ¿no? Hasta parece obvio.

Sin embargo, en mi caso, creo que interpreté la idea de “educación continua” como “aprende lo más que puedas de las situaciones que se te presenten”. Que es un consejo sabio, y lo aplico. Pero nunca me pasó por la cabeza que podía influenciar directamente la calidad de la educación que recibía incrementando la cantidad de dinero que le destinaba a ello.

Hasta que lo intenté. Dejé de buscar cantidad, y me enfoqué en calidad.

Hoy en día prefiero mil veces tomar el toro por los cuernos y trabajar con un especialista en sesiones individuales de coaching, que comprar 10 cursos diferentes a 95 % de descuento (tú sabes de qué plataforma hablo) — simplemente para nunca realmente darme el tiempo de ver los videos y hacer mi tarea.

Cada uno de nosotros aprende de manera diferente. Yo encontré que me funciona mucho más tomar clases en vivo, acompañado de una cohorte de alumnos, que suscribirme a una plataforma de videos y verlos por mi cuenta. Descubrí que me funciona más comprar libros físicos y tenerlos a la mano de manera tangible, que buscar PDF gratuitos y leerlos en mi iPad.

Muchas personas confundimos cantidad con calidad. Creemos que simplemente comprar libros, videos y suscripciones, cuenta como educarnos. No leer, ejecutar o participar. Comprar.

Tener acceso a más información no es lo mismo que tener mejor educación.

¿Tú cuánto inviertes en tu educación al año? Y si tuvieras que duplicarlo, ¿simplemente invertirías más? ¿O invertirías más y mejor?

Las dos dimensiones del trabajo, y cómo puedes usarlas a tu favor

Todo trabajo tiene dos dimensiones. Tienes que estar consciente de esto si quieres maximizar tu impacto en cualquiera que sea tu responsabilidad.

  • La dimensión operacional o práctica.
  • La dimensión política o de poder.

Mientras más rápido logres reconciliar este hecho, más sencillo será navegar tu día a día en una organización. Te quiero contar un poco de cada una de estas dimensiones, para que entiendas cómo la puedes usar a tu favor.

Dimensión operacional

Esta dimensión es práctica, porque se enfoca en el “qué”. Te pagan por programar, por diseñar o por enseñar.

Lo más importante en esta dimensión es tu craft: que mejores tu técnica, que desarrolles sistemas de productividad para que tu producción sea mucho más eficiente y prolífica. Lograr identificar qué tipo de música te ayuda a escribir mejor código es un claro ejemplo de esto. Saber que tienes que desayunar para poder concentrarte también.

La mayoría de personas estamos familiarizados con esta dimensión del trabajo porque es la que nos enseñan en las escuelas y los cursos. Los problemas que se presentan en esta dimensión son técnicos y tangibles. Se pueden resolver con un Pull Request, o haciendo una modificación a procesos de la organización.

Dentro del gran esquema de las cosas, los problemas en la dimensión operacional son problemas sencillos por su misma naturaleza práctica. Y aunque esto puede parecer algo positivo, existe un riesgo latente para las personas que únicamente se enfocan en dominar la dimensión operacional de su trabajo: quedarse haciendo lo mismo durante toda su vida.

En esta dimensión, lo que te preocupa es resolver el problema. No importa si par hacerlo necesitas colaborar, aprender una nueva tecnología o hacer algo que no estaba en tu contrato.

Dimensión política

Aquí es donde la cosa se pone buena, porque dejamos de preocuparnos por la exactitud de las soluciones, y nos empezamos a preocupar por cómo tal o cual solución nos hace sentir.

Al contrario de la dimensión práctica, con la política no muchos estamos conscientes de que existe. Desafortunadamente, de esta dimensión se habla poco en las escuelas y cursos, y muchas personas simplemente le ponen la etiqueta de que “así son los trabajos”.

La dimensión política se trata del ego. Si en la dimensión práctica lo más importante es el “qué”, en la dimensión política lo que más importa ese el “cómo” y el “quién”.

Esta dimensión del trabajo es un poco más complicada. Los problemas que se originan son mucho más sutiles de detectar, y no se pueden arreglar con un Pull Request. Me atrevería a decir que todos hemos sentido esa impotencia de no sentirnos reconocidos, y de haber sido humillados por otro miembro de nuestro equipo. ¿Esa vez que te fueron a acusar con tu jefe porque no dejaste de hacer algo para ayudar con algo que no estaba en tus prioridades? Política.

En esta dimensión es más importante el reconocimiento, el poder y el status. Las personas que operan en esta dimensión no es suficiente saber que se llegó a la meta: necesitan saber que se llegó a la meta gracias a ellos. Un miembro de la organización que se enfoca en la política, se convierte en jefe. Alguien que aprende a balancear la política con la operación, se convierte en un líder. Porque sabe que lo más importante es apoyar a su equipo a tener buenos resultados. Y eso puede significa crear espacios para que otras personas puedan tomar las riendas de la situación en algún momento.

Donde convergen las dos: el día a día

Todos los empleos están compuestas por ambas dimensiones. Como todo en extremo, tener un trabajo 100% operativo o 100% político, puede ser algo poco ideal.

El balance que te propongo es el siguiente: busca maneras de nutrir la dimensión práctica de tu trabajo, y busca maneras de mantener tu dimensión política a raya. El esfuerzo por mejorar tu carrera profesional no debería de estar únicamente concentrada en una de las dimensiones de tu trabajo.

  • Si ignoras lo político, corres el riesgo de quedarte estancado en tu carrera.
  • Si ignoras lo práctico, corres el riesgo de avanzar en tu carrera pero sin sustento alguno. Como los políticos que llegan a un cargo público sin tener la más mínima conciencia de las consecuencias de sus decisiones.

Por más que intentes enfocarte únicamente en agregar valor a través de tu trabajo, necesitas tener en cuenta que hay un componente político que tienes que resolver. Hazte consciente de esta realidad, y trabaja para encontrar ese balance que te funcione. Lo demás es detalle de implementación.

Las 4 fases del conocimiento: aprende a identificar en cuál estás

La semana pasada participé en un taller donde aprendimos el valor de escuchar sin intentar resolverle los problemas a otras personas. En la explicación que dio el facilitador, compartió un concepto que me voló la cabeza: las fases del conocimiento.

Durante el taller, usó esta idea para recalcar la importancia de mantenerse receptivo ante los sentimientos de los otros.

No lo había escuchado nunca, pero se me hizo una forma extremadamente práctica de entender cómo es que el conocimiento se vuelve parte de nuestra vida. Y hoy te quiero compartir ese concepto para que lo utilices cada que quieras aprender algo nuevo.

El conocimiento puede existir en 4 fases dentro de nosotros: Punto Ciego, Aprendizaje, Aplicación y Encarnación.

Las fases del conocimiento: Punto Ciego, Aprendizaje, Aplicación y Encarnación

Cada una de estas 4 fases se vive de manera consciente o inconsciente.

  1. Punto Ciego: Inconsciente. No sabes lo que no sabes. Asumes y supones, pero no te cuestionas por qué de las cosas. Simplemente, aceptas la realidad tal cual. Caes en dogmas y vas por la vida sin preocuparte por los efectos de tus acciones en el mundo que te rodea.
  2. Aprendizaje: Consciente. Por alguna razón, te diste cuenta de tu punto ciego y estás buscando, de manera consciente, expandir tu conocimiento. Estás estudiando, investigando, encontrando maneras de desbloquearte. Haces preguntas, investigas y te vuelves más receptivo a nuevas ideas.
  3. Aplicación: Consciente. Estás cristalizando tus aprendizajes de la fase pasada. Tomas lo que estudiaste, lo que aprendiste, y lo aplicas para terminar de asimilar el conocimiento. La aplicación de lo que has aprendido, a su vez, genera más preguntas. En esta fase es donde descubres tu propia versión de la verdad.
  4. Encarnación: Inconsciente. Lograste dominar tu craft y ahora puedes ejecutarla sin pensar — logras aplicar tu conocimiento de manera inconsciente. En esta fase es donde el conocimiento se vuelve sabiduría. Vuelves a no saber por qué sabes lo que sabes.

Si tienes la suficiente astucia, te darás cuenta de que este no es un proceso lineal, sino cíclico. Cuando logras encarnar el conocimiento, en tu mente se libera espacio para poder ponerle atención a otros aspectos de tu vida. Es ahí donde descubrirás más puntos ciegos, y podrás comenzar el camino de nuevo.

Esta forma de pensar también encaja perfectamente con el efecto Dunning-Kruger (el inverso del síndrome del impostor): “mientras menos sabes, más crees que sabes.” Te hice una gráfica.

La próxima vez que rechaces una idea, pregúntate:

  • ¿Es este mi punto ciego?
  • ¿Hay algo más que pueda aprender de este tema?
  • ¿Podré aplicar lo que aprenda de esto?

Cómo trazar tu futuro en el desarrollo de software y alcanzar tus objetivos

Para las personas que pensamos de manera lógica es tan divertido programar, que tendemos a enfocarnos únicamente en ello.

El prospecto de aprender una nueva tecnología o herramienta es suficiente para que la adrenalina nos mantenga despiertos hasta altas horas de la madrugada. Pero cuidado: no caigas en el shiny new toy syndrome.

Es válido aprender por mera curiosidad. Después de todo, así es como muchos descubren sus verdaderas pasiones. Sin embargo, hay una delgada línea entre explorar ideas con el objetivo de ganar nuevas perspectivas y ser complacientes.

Yo dibujaría esa línea en el punto en que el tiempo que pasas aprendiendo cierta tecnología se convierte en potencial y esfuerzo desperdiciado. Por ejemplo, yo sabía desde un inicio que quería trabajar haciendo iOS de bajo nivel. ¿Me habría servido ponerme a estudiar Kubernetes?

Probablemente sí, para conocer la herramienta y entender las implicaciones. Pero no tanto como para haber buscado una certificación, o invertir tiempo y dinero en un curso para dominarlo.

Para alguien con Cerebro de Programador™ puede resultar bastante complicado ver un poco más allá de la parte práctica y técnica — programar. La idea de definir qué es lo que quieres hacer probablemente te parezca completamente ajena. Y con razón — la industria te ha hecho creer que tu tarea es resolver tickets. No es hasta que te topas con la necesidad de poner los pies en la tierra y decidir qué es lo que realmente quieres hacer, que se comienza a poner interesante.

Aunque no es sencillo, definir para qué quieres aprender tal o cual tecnología es un proceso asequible. Lo único que necesitas es un poco de dedicación, y autocompasión.

La manera más sencilla que te puedo compartir para resolver este problema es que diseñes tu progresión de carrera — y lo hagas lo antes posible.

Para comenzar, plantéate las siguientes preguntas:

  • ¿Qué tipo de problemas te gustaría resolver?
  • ¿En qué industria?
  • ¿Rodeado de qué tipo de personas?

Una vez que tengas tus respuestas, tendrás una estrella norte para seguir. Ahora tu tarea es hacer ingeniería inversa, y buscar las herramientas, experiencias y contactos que necesitarás para llegar a ella.

Haz este ejercicio cada 3 o 5 años.

7 razones por las que tu carrera en desarrollo de software no ha despegado

Si estás leyendo esto es probable que te sientas estancado o estancada. Sí, has estado desarrollando software, tal vez profesionalmente, por algún tiempo. Pero ese breakthrough aún no llega.

Aquí hay 7 cosas que estás haciendo, y que te están metiendo el pie sin que te des cuenta.

  1. No tienes bien definido qué quieres hacer, o en quién te quieres convertir. Te gustaría dominar cierta tecnología, pero no tienes claro por qué, ni para qué usarás ese dominio una vez que lo obtengas. Básicamente estás aprendiendo por aprender.
  2. Estás construyendo en aislamiento. Crees que la solución es más importante que el proceso, cuando en realidad en el desarrollo del problema es donde se encuentran los verdaderos aprendizajes. Nada crece en un vacío.
  3. Estás acumulando conocimiento. Le das más valor a aprender cosas nuevas, que a aplicarlas y experimentar. En algún momento tienes que cerrar tus 200 cursos de Platzi y ponerte a resolver problemas reales. goto: 1.
  4. Te quedas con la textura de las discusiones, e ignoras el bigger picture. ¿Qué importa más, si ganó tu propuesta o si la solución acordada impacta de manera positiva al equipo?
  5. Le das demasiada importancia a los detalles de implementación. Sí, es importante el framework que quieres usar, o la arquitectura con la que quieres resolver el problema. Pero nada es más importante que resolver el problema a la mano.
  6. Aún le tienes miedo a tu ego. No quieres fallar en público, le temes a compartir tu proceso, y prefieres llegar con soluciones ya armadas. Crees que la opacidad de tus respuestas es una ventaja, porque te hace esencial. En realidad te hace un punto de fallo dentro del equipo.
  7. Estás aplicando demasiada lógica. Tratas a las personas con la misma frialdad con la que diseñas algoritmos. No es sorpresa que la tengas difícil a la hora de generar capital social.

Haz pequeños ajustes en estas 7 áreas, y verás cómo por arte de magia las oportunidades de crecimiento profesional comienzan a aparecer ante ti.

Cómo destacar tu currículum en el mundo del desarrollo de software

Lo he dicho en algunas ocasiones, en mi pódcast y en mis seminarios web: si juegas bien tus cartas, tu currículum solamente lo necesitarás la primera vez que busques empleo. Al inicio de tu carrera.

Aun así, probablemente te verás en la necesidad de mandar un CV, currículum, carta de vida, o como le digas, a una empresa para solicitar empleo. Y por eso te quiero regalar un consejo como alguien que constantemente revisa currículums de candidatos: cuéntame una historia.

Al contarme una historia, tu currículum te hará ver muchísimo más atractivo, y podremos entablar una conversación. Si todo sale bien, te ofreceré un empleo.

Te explico.

No digas lo obvio

Imagina conmigo la siguiente situación: entro a una tienda de deportes porque quiero comprar una bicicleta. ¿Crees que alguien me va a convencer de comprar una bicicleta diciéndome que tiene dos ruedas?

Por supuesto que no.

Sucede exactamente igual con un currículum. Cuando aplicas a una posición que requiere habilidades especiales, y dentro de tu CV solamente listas que sabes esas habilidades, no estás diciendo nada. No me estás llamando la atención. No te estás diferenciando.

¿Qué te hace diferente?

Ahora imagina que el vendedor se toma el tiempo de preguntarme para qué quiero una bicicleta, si ya tengo experiencia, y demás. ¿Qué pasaría si aprovecha esa información? Me ofrecería una bicicleta que me ayudará a cumplir mi meta de hacer ciclismo de montaña. Me contaría cómo el marco de fibra de carbono es más ligero pero más resistente, y por qué eso es bueno para mí. Haría una demostración de por qué el tamaño de la rueda de esta bicicleta en particular me ayudará a cansarme menos.

El vendedor entendió mis necesidades, y creó una historia al rededor de ellas para vender el producto. Jugó bien sus cartas, y el resultado es que yo salí de la tienda con mi bicicleta nueva.

Te invito a cuestionarte si realmente listar que sabes usar Photoshop e Illustrator le agregan valor a tu propuesta como diseñador gráfico. O si decir que sabes hacer balances de cuentas te diferencia como contador.

 

Cómo contar una historia en tu currículum

En mi artículo ¿A los 36 ya soy muy viejo para buscar trabajo en TI?, compartí lo siguiente:

Te aconsejaría tomar nota de cuáles sí son tus habilidades que te distinguen, y aprender a venderlas mejor a empresas que sí busquen lo que tienes que ofrecer.

Regla #1 del marketing: conoce a tu cliente. ?

Es una pena que las escuelas actualmente hagan ver la creación de un currículum como algo burocrático, cuando en realidad es 100 % marketing. Recuerda, el marketing se trata simplemente de vender.

Y la regla #1 del marketing es conocer a tu cliente.

Volvamos al escenario del vendedor de bicicletas. Yo quería comprar una bicicleta para hacer ciclismo de montaña. ¿Crees que habría comprado una bicicleta en esa tienda si me hubieran ofrecido una bicicleta de pista? Obviamente no. Pero el vendedor hizo algo crucial: investigó cuáles eran mis necesidades.

¿Sabes qué es lo que quiere la empresa para la que estás aplicando? Porque por ahí deberías comenzar. Y una vez que sabes por qué están buscando nuevos integrantes para su equipo, puedes comenzar a crear una propuesta de valor adecuada.

En este punto debería de comenzar a hacerte sentido lo que te digo. No simplemente listes tus habilidades. Evita decir cosas obvias. Enfócate en vender tu historia, y responder las siguientes preguntas:

  • ¿En dónde culminan tus habilidades?
  • ¿Cómo las has usado antes?
  • ¿Qué resultados favorables hubo?

Habiendo dicho esto, a continuación te muestro cómo puedes traducir una lista de habilidades en un párrafo que hará que tu currículum sobresalga.

 

  • Proceso creativo: esto es lo que te hace diferente. Tienes un proceso creativo, y gracias a él es que eres tan prolífico con tus contribuciones.
  • Tanto gráfico, como web y de correo: les estás diciendo que tus habilidades de diseño son multidisciplinarias. Implicas que conoces varias herramientas y sabes cómo utilizarlas para su propósito específico.
  • Incrementar sus ventas en un 35 %: esto es lo que ata con moño tu historia. Es por esto que todas tus habilidades son relevantes para la empresa. En este caso, les estás diciendo por qué te deberían contratar. Contigo en el equipo aumentan sus probabilidades de vender más.

El conjunto de esos tres factores, aderezados con datos particulares de tu perfil, es la historia que te va a hacer sobresalir.

Esto es casi una plantilla. Úsala a tu conveniencia.

Notas finales

Recuerda que un buen currículum no hará que te contraten. La idea de un currículum es entablar una conversación. Vender la idea de por qué vale la pena enviarte un correo pidiéndote una llamada. Hacerte parecer lo suficientemente interesante para que cuando te hablen, te pregunten por tu proceso creativo, no por comandos de Photoshop.

Pero sobre todo, ten en cuenta que el mejor currículum no es el que se envía, es el que se demuestra. Como dije al inicio, si juegas bien tus cartas, tus contribuciones, aportaciones, experiencia, y colegas hablarán por ti.

Que tu trabajo sea excelente.

Cómo crear una red de conexiones para crecer tu carrera profesional

Un lector y miembro de la comunidad me pide consejo para virar su carrera hacia un área específica del desarrollo de software, sin tener conocidos:

Como por el momento mi plan de acción es trabajar como freelance y en proyectos personales afines al tema, me ha surgido una pregunta importante: ¿Cómo hacer para mejorar mis habilidades y técnicas de programación si es que no tengo a algún conocido dentro de este campo de la industria que me pudiera ayudar y trabajo solitario en mi casa?

Yo sé que mucho se puede aprender por los libros e internet, cosa que actualmente hago, pero sabemos que siempre hay alguien que ya recorrió el camino y puede hacerte varias cosas much más digeribles.

Por lo que he pensando, contestando a mi pregunta, intentar buscar y contactar por internet, quizá por Twitter, a gente que ya ejerza profesionalmente en la industria de la programación en audio y proponerle pagar por sesiones 1 a 1 donde él pudiera checar código hecho por mi y darme feedback sobre asuntos para mejorar. ¿Qué piensas al respecto?, ¿Sería buena idea?, ¿Cuál es tu opinión?

Mi respuesta:

Una de las cosas más difíciles de trabajar de manera remota es precisamente esa: volverse miembro de una comunidad que soporte nuestros objetivos. No es imposible, pero sí es bien difícil. Algo de lo que me da mucho gusto darme cuenta es que tienes bien reconocido esto, así que vas por buen camino.

La estrategia que yo te recomendaría es la siguiente: encuéntrate un mentor al que le puedas aprender. Tal como escribo en este artículo, tu mentor será tu ventaja competitiva. Lo que vale la pena recalcar acá es que un mentor no necesariamente es alguien que tenga que estar al pendiente de ti: tú puedes adoptar a un mentor, y esa persona ni se entera.

La clave acá es que debes de tener bien claro qué es lo que estás buscando. ¿Aprender sobre la industria? ¿Aprender sobre cuestiones técnicas? Hay un espectro enorme de ámbitos en los que te puedes enfocar. Habiendo decidido esto te ayudará a entender mejor qué es lo que deberías de estar buscando en ese mentor.

Es importante comenzar a buscar e integrarte a tu comunidad. Empaparte de todo el conocimiento que eventualmente te va a dar tu ventaja competitiva, mientras más pronto lo hagas, mejor.

A continuación te comparto una estrategia muy particular que puedes seguir para encontrar tu comunidad de nichos.

  1. Identifica un par de empresas que desarrollen aplicaciones que te gusten. Puede que te gusten por su estilo de desarrollo, la calidad de sus productos, o su mercado. No importa. El chiste es que admires su trabajo.
  2. Identifica a quienes trabajan ahí. Stalkealos. Casi todas las empresas van a tener en su página un directorio con la lista de personas que trabajan ahí. Apréndete sus nombres y el rol que tienen dentro de la empresa. (Si la página de la empresa no tiene una lista de colaboradores disponible, siempre puedes meterte a LinkedIn y buscar ahí.)
  1. Comienza a seguirlos. Probablemente, la misma página donde los encontraste tengan ligada su cuenta de Twitter ((En la industria del desarrollo de software tenemos una gran ventaja. A casi todos nos gusta usar Twitter para compartir las cosas interesantes que nos vamos encontrando.)) o su blog.
  2. Pon atención a lo que comparten. Esto te va a dar una idea de qué es lo que están haciendo. Y si bien seguramente no van a publicar un pedazo de código que puedas estudiar, seguramente sí van a publicar muchas cosas relacionadas con el tema que a ti te interesa.
  3. Pon atención con quienes interactúan. Esto te ayudará a encontrar personas similares dentro de la industria, y podrás comenzar a seguirlos también y así crearte una red de mentores a distancia.

Aparte, claro, te puedes acercar a las diferentes comunidades de desarrolladores que existen en México y América Latina. Entre todos nos apoyamos bastante a resolvernos nuestras dudas, y seguramente a través de ellas puedes hacer conectes bastante interesantes. En este artículo te pongo algunos enlaces que puedes usar para unirte a estas comunidades.

Otro recomendación poco conocido que te comparto, es que la industria es enorme. Por más que creas que tu área de negocio o de especialización es demasiado pequeña, seguramente hay una conferencia al respecto que sube sus videos a YouTube. Solamente es cuestión de saber buscar.

Comentando sobre tu idea de pedirles que te revisen el código en sesiones 1 a 1, cuidado. No digo que sea imposible, pero sí debes de tomar en cuenta el tiempo que alguien le debe dedicar a analizar una pieza de código para darte comentario que sea realmente útil. Va a ser una labor difícil. Si encuentras a alguien que esté dispuesto a hacer eso, te ganaste la lotería. Pero yo no lo tomaría como mi estrategia principal.

¿Cómo sé si mi empresa realmente me valora?

Envía tu pregunta por correo electrónico a pregunta@swanros.com. Te responderé en privado, y probablemente publique esa misma respuesta en esta página.

Un lector y miembro de la comunidad me pregunta por correo electrónico cómo puede detectar si para su empresa es solamente un recurso.

Nota: edité un poco la pregunta original por brevedad.

Mi pregunta es ¿COMO SABER SI SOY UN RECURSO O UN ASSET?, lo digo porque en un momento en mi empresa sentía que solo valoraban lo que hacía solo para tener el producto o la app terminada, y en cambio en la consultora, me mandan cositas y regalos y me siento que ahí si me quieren. Espero y me puedas ayudar con esta parte, y la verdad muchas gracias por todo esto, saludos.

Mi respuesta:

Es una pregunta muy interesante, y creo que vale la pena dedicarle un tiempo para poder descomponer la premisa.

Comencemos por lo siguiente: si eres un recurso o un asset no lo determinas tú, sino la empresa. Si bien puedes influenciar la situación a tu favor, dependiendo de qué es lo que quieras, muchas veces no es algo que tú puedas decidir en primera instancia.

Lo que debes de tener claro es que esto es una cuestión de cultura, no necesariamente de estar bien o mal. 

Ahora, analicemos la palabra misma, “recurso”. Wikipedia es bastante claro:

Un recurso es una fuente o suministro del cual se produce un beneficio. Recurso se refiere a cuando alguien tiene algo.

Para estar en la mentalidad adecuada, lo primero es tener clara la implicación de lo que significa que te consideren un recurso. En este artículo hablé un poco al respecto. Ahí exploré el concepto de las empresas de línea de producción, que se caracterizan por llegar a la meta de ventas mecánicamente. Este tipo de empresas son bastante propensas a caer en la mala práctica de tratar a sus miembros como recursos.

¿Cómo sé que solo soy un recurso?

Por más increíble la respuesta más sencilla es: te sientes usado y reemplazable.

Para dar un poco más de detalle, estos son algunos de los síntomas de que estás en una empresa que te ve simplemente como un recurso.

  • No sientes que tus contribuciones aportan más allá de un número en una hoja de cálculo.
  • No recibes feedback de cómo podrías mejorar en tu trabajo.
  • Sientes que la distribución de responsabilidades no va de acuerdo con las habilidades de las personas.
  • No hay un camino de crecimiento claro dentro de la organización.
  • Las tareas que se te asignan parecen no tener una justificación objetiva; no sabes por dónde te va a llegar la siguiente fuente de incertidumbre. (Algunas empresas le llaman a esto ser “dinámicos”)

La característica principal de un recurso como tal es que es completamente transigente. Un tornillo deja de servir en el momento en que se “barre”. Una escoba deja de servir en el momento en que las cerdas son demasiado suaves. Un colaborador deja de servir en el momento en que su desempeño no es el que se espera de acuerdo a metas arbitrarias. O peor aún, en el momento en el que el colaborador decide levantar la mano para decir “no me parece justo”. En ese momento, muchas veces se les pone la etiqueta de que son difíciles de trabajar con ellos. “No se ponen la camiseta”.

Por otro lado, me gustaría creer que no todas las organizaciones son iguales. Fantaseo con la idea de que todos los directores de empresas en algún momento se den cuenta de que procurar que sus equipos puedan crecer dentro de la organización no les da otra cosa más que beneficios directos.

El argumento más común que he escuchado para no promover el crecimiento profesional de las personas es “que se me van a ir”. Y mi respuesta es ¡que se vayan!

Piénsalo de esta manera, asumiendo que mi empresa trabaja en una industria específica. Si yo entreno a mi equipo con los estándares más estrictos del mercado y procuro su bienestar, tengo una ventaja competitiva bastante grande. Si esas personas se van de la empresa, significa que yo no estoy haciendo un buen trabajo y tengo una oportunidad de mejorar. Además, si esas personas se van a la competencia, eso solamente significa que mi mercado es lo suficientemente grande como para que haya competencia en primer lugar. Y cualquier organización decente, creo, tiene clara la noción de que la competencia sana solamente trae beneficios. A largo plazo, pero beneficios.

El peor pecado que podemos cometer como profesionales es caer en el cinismo de creer que no necesitamos seguir trabajando para mejorar constantemente.

Ahora, ¿cómo sé que sí me valoran?

Porque sientes que les importa tu crecimiento profesional. Exactamente todo lo contrario de ser tratado como un recurso.

Algunos síntomas de que estás en una empresa que quiere que seas el mejor de tu industria:

  • Sabes que tus contribuciones pueden tener un impacto no solamente en el producto, sino en la organización como tal.
  • El feedback que se te da es con el objetivo de hacer que mejores, no de recalcar dónde cometiste tu error.
  • La cultura de la empresa promueve la noción de que subir de puesto no significa que eres mejor que otras personas, sino que tienes lo que se necesita para tomar más responsabilidades.
  • Sabes exactamente los hitos que te pueden hacer merecedor a un avance de carrera.
  • No hay incertidumbre, ni en los proyectos que se te asignan, ni en la razón por la cual se te asignan.
  • Se promueve un sano balance trabajo/vida.

¿Te identificas? Felicidades.

¿Qué hago con este conocimiento?

Lo importante acá es recalcar lo que compartí al inicio de este correo: si eres un recurso o un asset no es decisión tuya. Tu parte de la ecuación es cómo te sientes con la situación actual, y si crees que si un ambiente en el cual quieres seguir.

Claramente hay personas que simplemente quieren llegar, hacer su trabajo, y continuar con su vida. Se vale. Pero como compartía hace unos días en el canal de Telegram de El Podcast DEV, si tú en primer lugar no tienes interés por mejorar en tu carrera y crecer tu skillset, y resumes tu trabajo y contribución a “una transacción entre la empresa y yo”, entonces no te puedes quejar de que te traten como un recurso. Simplemente no se puede. Porque esa es la mentalidad con la que estás llevando tus contribuciones.

Congruencia.

¿A los 36 ya soy muy viejo para buscar trabajo en TI?

Un lector y miembro de la comunidad me envía un correo preguntándome sobre lo que pienso acerca del ageism ((La discriminación por edad o edadismo, es la estereotipificación y discriminación contra personas o colectivos por motivo de edad. Engloba una serie de creencias, normas y valores que justifican la discriminación de las personas según su edad. Wikipedia.)) en la industria del TI.

Adjunto el correo:

Hola Óscar, antes que nada quiero felicitarte por tus recientes -o no tan recientes- iniciativas, con respecto a tu web, artículos, etc. Te sigo desde hace casi dos años, en el tiempo de remoteando.

Pasando a la pregunta, me gustaría saber qué opinas del ageism en el contexto de TI y sus implicaciones al momento de buscar nuevos retos laborales y particularmente en modalidad remota.

Hace dos meses llegué a los 36 y donde más oportunidades hay, que es en las clásicas dev shops, es donde más se practica lo de buscar “carne fresca”. Además en estos tiempos de hiper-especialización, apostarle a un área o tecnología a la cual pivotear, se convierte tal cual, en un juego de azar. ¿De plano es un dead-end y conviene mejor irse al campo a criar ovejas (y programar sólo por gusto)?

Espero que de vez en cuando, este tipo de temas poco gratos que existen en la industria, tengan cierta cabida en tus contenidos.

¡Saludos!

Mi respuesta:

Mil gracias por tus comentarios y por enviar tu pregunta. Es un gusto tenerte por acá y saber que me tienes la confianza.

Creo que es una excelente pregunta, y una cuya respuesta yace en la misma premisa. Buscar “carne fresca” es una práctica común en aquellas empresas a las que yo les llamo “de línea de producción”. Son esas organizaciones que están buscando simplemente obtener un resultado específico con características arbitrarias: puede ser un modelo específico de zapato o una pieza para alguna televisión, o si trabajas en TI, software a la medida. ?

¿Por qué buscan carne fresca? Porque muchas veces, este tipo de negocio se enfoca en el trabajo mecánico que hacen las personas operando la línea de producción. El negocio no está diseñado para que esas mismas personas pueden eventualmente dejar de operar en ese puesto; es decir, crecer.

En un shop de cualquier ámbito…

Tienes un set de herramientas específicas para usar. Muy aparente cuando una organización se autodenomina development shop en cierta tecnología particular.
Tienes un horario definido. Llegas a esta hora, trabajas un turno de corrido, a esta hora comes, y sales a las 8 de la noche.
Tienes una meta clara y estricta. El cliente llegó con un problema, y se le vendió una solución con una fecha límite de entrega.

Este tipo de modelo de negocio rara vez te dará ese sentimiento de superación profesional. ¿Qué vas a hacer, apretar más rápido los tornillos? ¿Así vas a demostrar que puedes crecer? Espero entiendas a dónde voy…

La otra cosa que te tomaría en cuenta es que, desafortunadamente, la “carne fresca” es más barata. Porque tiene menos experiencia, y aún no han descubierto el potencial y las ramificaciones de sus contribuciones. Se siguen enfocando en el trabajo mecánico, y siguen pensando que se les debería de pagar en función del tiempo que pasan haciendo tal o cual cosa. Aún no han aprendido a aprovechar sus habilidades creativas, y explotarlas de alguna manera en que su sueldo esté ligado al impacto que generan, no a un trabajo mecánico medido en tiempo.

Si tú te sientes que ya no encajas en la industria actual, yo te aconsejaría que lo vieras de otra forma: ya tienes experiencia, y no eres lo que este tipo de empresas está buscando. Esa misma experiencia es la que te dará la ventaja competitiva para buscar una oportunidad en una empresa que no sea una línea de producción.

Te aconsejaría tomar nota de cuáles sí son tus habilidades que te distinguen, y aprender a venderlas mejor a empresas que sí busquen lo que tienes que ofrecer.

Regla #1 del marketing: conoce a tu cliente. ?


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¿Cuál es un buen salario para un desarrollador Sr. con 9+ años de experiencia?

Un miembro de la comunidad pregunta por correo electrónico sobre lo que yo consideraría un buen salario para alguien:

En tu experiencia ¿Cuál sería un buen salario para un desarrollador Sr. con 9+ años de experiencia?

Mi respuesta:

Esto depende completamente de ti y de cómo te vendas. Desafortunadamente, si bien hay un “estándar de la industria”, no es un indicador para determinar cuánto deberías de estar ganando en una posición. Los salarios varían con cada organización, así como los criterios de qué es lo que significa estar en determinado rango. Hemos hablado en El Podcast DEV en varias ocasiones de que el puesto (Jr., Mid., o Sr.) son solamente relevantes dentro de la compañía en la que estás actualmente.

Lo que te sugiero acá, más que tener un número fijo en la mente, aprendas a negociar tu salario. Aprender técnicas de negociación es importante porque te permitirá identificar cuándo hay una oportunidad de mejorar cualquier oferta. Si solamente tienes un número fijo en mente, no estarás atento a muchas oportunidades que pueden salir en el camino.

Hay diferentes técnicas que puedes usar para esto. Te puedo recomendar que leas lo siguiente:


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