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Cómo crecer tu carrera en software de manera responsable

En el mundo del desarrollo de software, muchas veces nos centramos en la tecnología y en aprender nuevos lenguajes de programación o herramientas.

Sin embargo, hay un aspecto que suele pasar desapercibido: la agencia que cada desarrollador tiene sobre su carrera profesional. En este artículo, exploraremos la importancia de tomar las riendas de nuestro propio crecimiento y éxito.

Elegir dónde y con quién trabajar: un aspecto clave

Es común que los desarrolladores pongan mucho énfasis en la tecnología con la que trabajarán, pero elegir dónde y con quién trabajar es igual o más importante. Un ambiente laboral tóxico o poco estimulante puede frenar nuestro desarrollo profesional, además de afectar nuestra calidad de vida y salud mental. Por ello, es crucial investigar y seleccionar cuidadosamente las empresas y equipos con los que colaboraremos, asegurándonos de que compartan nuestros valores y objetivos.

Sí, está bien que una de tus metas sea trabajar con la tecnología de moda — llámese Elixir, Clojure, o TypeScript. Pero toma en cuenta que toda la tecnología es una ola, nada más. Se va a ir, y mañana habrá algo nuevo que será la sensación.

¿Sabes qué es lo que no se va tan fácil? El daño de sufrir burnout por haber trabajado en una empresa sin visión clara, con comunicación horrible, y con liderazgo tóxico.

No te quemes de a gratis.

El éxito es encontrar un camino hacia delante

Todos enfrentamos obstáculos y desafíos en nuestra carrera profesional. El éxito no se trata de tener un camino perfecto y libre de problemas, sino de nuestra habilidad para encontrar soluciones y avanzar entre las opciones que realmente tenemos a nuestro alcance.

Ser resilientes y adaptarnos a las circunstancias nos permitirá seguir creciendo a pesar de las dificultades.

Las habilidades blandas: el secreto para crecer profesionalmente

Es fácil caer en la trampa de pensar que, como desarrolladores, solo necesitamos mejorar nuestras habilidades técnicas. Pero las habilidades blandas, como la comunicación, el trabajo en equipo y la empatía, son extremadamente importantes para nuestro crecimiento profesional. Estas competencias nos permiten colaborar eficazmente con nuestros colegas, resolver conflictos y generar soluciones creativas a los problemas que enfrentamos.

Aparte, toma en cuenta que cada día que pasa, si lo único que sabes es programar, tu carrera está en más riesgo.

Impacto vs. conocimiento: crecimiento exponencial

Medir nuestro progreso solamente en función de cuánto sabemos puede hacernos crecer de manera lineal, es decir, mejorar poco a poco en nuestras habilidades técnicas sin realmente avanzar en nuestra capacidad para resolver problemas reales y generar valor. Sin embargo, si nos enfocamos en buscar tener un mayor impacto en nuestro trabajo y en la comunidad, nuestro crecimiento será exponencial. Colaborar en proyectos de código abierto, compartir nuestro conocimiento con otros y contribuir al desarrollo de nuevas soluciones nos ayudará a aumentar nuestra influencia y a expandir nuestras oportunidades profesionales.

La responsabilidad es tuya

La responsabilidad de crecer en la carrera de desarrollo de software va más allá de aprender nuevas tecnologías y herramientas. Debemos elegir cuidadosamente dónde y con quién trabajamos, ser resilientes ante los desafíos, desarrollar nuestras habilidades blandas y buscar tener un mayor impacto en nuestro entorno. Al tomar las riendas de nuestra carrera profesional, no solo mejoraremos como desarrolladores, sino que también contribuiremos al crecimiento de nuestra comunidad y de la industria en su conjunto.

Trabajar en tecnología en tiempos de recesión: ¿deberías preocuparte?

Si trabajas en la industria de la tecnología, es posible que hayas notado que muchas empresas están haciendo reducciones de personal. Pero ¿deberías preocuparte por tu trabajo en tiempos de recesión?

En la industria de la tecnología, las reducciones de personal no solo ocurren ante o durante una recesión. Las empresas pueden hacerlas en cualquier momento, incluso en tiempos de crecimiento económico. Y aunque es común que las empresas sigan las tendencias de la industria, muchas de las que están haciendo reducciones de personal son aquellas que contrataron de manera indiscriminada durante la pandemia.

En lugar de preocuparte por una posible recesión, es mejor centrarse en tomar oportunidades cuando se presentan. Si una buena oportunidad llega a tu puerta, no debes preocuparte por el futuro. Nadie puede predecir con certeza lo que va a pasar, y es mejor trabajar con lo que se tiene.

Pero, ¿qué hay de tu trabajo actual? Si bien no puedes predecir si tu empresa hará reducciones de personal en el futuro, puedes tomar medidas para proteger tu carrera en la industria de la tecnología. Asegúrate de estar al tanto de las últimas tendencias y tecnologías, y busca maneras de mejorar tus habilidades y conocimientos.

Busca oportunidades, mejora tus habilidades y conocimientos. Enfócate en ser alguien que agrega valor. Todo lo demás es circunstancial.

El trabajo asíncrono le gana por mucho al trabajo duro

Creo que el trabajo asíncrono puede ser la clave para tener éxito en el 2023.

El éxito, independientemente de lo que signifique para cada quien, se consigue con el principio fundamental de identificar lo que funciona y lo que no, para luego hacer más de lo que funciona, y menos de lo que no.

El debate canónico entre líderes es sobre qué filosofía deberían impulsar en sus equipos para alcanzarlo: el trabajo duro, o el trabajo inteligente. Las personas que defienden cada punto piensan haber logrado encontrar la respuesta. Hay que trabajar más duro, y no tan inteligentemente — o al revés.

Incontables horas se han invertido en intentar encontrar el balance perfecto entre trabajar duro e inteligentemente. No te podría decir si se ha llegado a algo sustancial en esas discusiones, porque parece ser que la conclusión intelectualmente estimulante es que deberías de trabajar inteligente y duro al mismo tiempo.

Mi postura es que hay que ser lo suficientemente inteligente para identificar en qué trabajar duro. Y la filosofía de trabajo que te permite hacer eso, es el trabajo asíncrono.

Déjame explicarte. Vamos por partes.

Trabajo duro vs. inteligente

Analicemos la versión más polarizada de cada parte del argumento.

El que propone trabajar duro sugiere que el valor de la recompensa al final del camino es directamente proporcional al esfuerzo que costó conseguirla. Esta mentalidad te dice que mientras más tiempo y esfuerzo le inviertas a algo, mejor será el resultado. Y que si estás tomando atajos para conseguir tu objetivo, significa que no lo quieres tanto, ergo, no lo mereces. Sigue estrategias de productividad tradicionales y rudimentarias. Desvelos, estrés, sangre, sudor y lágrimas. El trabajador duro se siente orgulloso del sacrificio personal que significa conseguir su objetivo.

El que recomienda trabajar de manera inteligente busca atajos y la menor fricción posible. “El fin justifica los medios” es su frase favorita, y hará hasta lo imposible por ahorrarse tiempo, dinero y esfuerzo en virtud de obtener un resultado positivo. Encontrará fallas en los sistemas que le den una ventaja sobre sus competidores, y si resolver un problema no es cuestión de vida o muerte, no buscará la manera de hacerlo hasta que lo sea. El trabajador inteligente se siente orgulloso de haber logrado resultados adecuados por una fracción del esfuerzo que otros le invirtieron al mismo problema.

En ambos extremos de este espectro, los objetivos se cumplen y se llega al éxito.

El problema, y la razón por la que estos extremos son malos, es que ninguno de estos modelos de trabajo es sostenible a largo plazo en el contexto de un equipo u organización.

El trabajo duro termina por quemar a las personas. Las jornadas de trabajo son enloquecedoras, con horas interminables y retos imposibles, justificados por una cultura de sacrificio. Aquellas personas que forman parte de una cultura que glorifica el trabajo duro dejan de preocuparse por su bienestar y el de sus familias, y de alguna manera internalizan que cualquier cosa que valga la pena merece trabajo extenuante.

El trabajo inteligente, en su versión más extrema, produce soluciones frágiles e insostenibles. Estas soluciones, si bien cumplieron con objetivos puntuales, generan deuda técnica y organizacional, porque al estar construidas atajo sobre atajo, cambiar de dirección es cada vez más costoso y complicado. Además, una cultura en la que el fin justifica los medios, invita a sus integrantes a no buscar más allá de las soluciones rápidas y fáciles (“inteligentes”). Hace que las personas dejen de pensar de manera crítica, irónicamente.

Imagen usualmente usada para representar la diferencia entre trabajo duro y trabajo inteligente.

Los aspectos negativos de los extremos en este debate están representados en la imagen al inicio de esta sección.

Esta imagen, irónicamente, intenta comunicar los beneficios del trabajo inteligente. Pero analiza: los que empujan los cubos están trabajando obviamente de más, mientras que el que decidió esculpir una esfera tiene una tarea mucho más sencilla.

Observa cómo ninguno de los dos extremos resuelve el problema real: llevar un cubo de izquierda a derecha de la manera más eficiente posible. Los que trabajan duro llegaron tarde, cansados y probablemente no van a querer hacerlo de nuevo, mientras que el otro llegó con una esfera.

Cualquier extremo de esta discusión termina siendo perjudicial para la organización una vez aplicado. Es aquí donde debemos de buscar un punto medio que nos permita encontrar un balance entre el trabajo duro y el trabajo inteligente. Una manera de trabajar que nos permita tomar los mejores aspectos de los extremos y usarlos de una manera sana, que produzca resultados y que no cueste el bienestar de los miembros del equipo.

Ese punto medio es el trabajo asíncrono.

El trabajo asíncrono

Trabajar de manera asíncrona, en esencia, significa que cada miembro de la organización puede moverse de manera independiente, convergiendo en tiempo/espacio con otros solo en situaciones absolutamente necesarias.

Cuando se trabaja de manera asíncrona, los miembros de un equipo tienen el sentido de agencia necesario para tomar decisiones y hacerse responsables de sus consecuencias. Cuentan con la confianza de sus líderes, pues los objetivos son claros y los problemas a resolver tienen sustento. Trabajan en público, y son transparentes con sus procesos de deliberación. Sus mensajes son claros y asertivos, y no están atados a un horario de disponibilidad definido.

Valoran el resultado de su esfuerzo, no la magnitud del mismo.

Si el principio para alcanzar el éxito es hacer más de lo que funciona, y menos de lo que no, ¿cómo sabes cuál parte del proceso está funcionado y cuál no, si no tienes más que información anecdótica sobre ello? Al contrario de los modelos de trabajo síncronos, donde los problemas se resuelven en privado, a través de medios efímeros y con opacidad, el trabajo asíncrono deja una estela de información que puede ser utilizada para analizar y mejorar el proceso de toma de decisiones de la organización.

Hay que ser lo suficientemente inteligente para identificar en qué trabajar duro. Y el trabajo asíncrono ofrece un balance sostenible entre ambos mundos.

Trabajar de manera asíncrona puede ser considerado trabajo duro porque te reta a ser consciente de tus pensamientos y a estructurarlos para poder escribir ideas coherentes. Requiere que crees los sistemas de información necesarios en tu organización para poder delegar la toma de decisiones. Te obliga a confiar en tu equipo y a ser responsable de tu comportamiento y disciplina.

Trabajar de manera asíncrona también es trabajar inteligente porque estás haciendo que los miembros de tu equipo cuenten con la autonomía para tomar decisiones, incrementando su sentimiento de satisfacción y felicidad. ¿Sabes qué producen las personas satisfechas y felices? Buenos resultados. Eso es inteligente. Además, al trabajar de manera asíncrona, los miembros del equipo tendrán el tiempo y espacio necesario para ejercitar su creatividad y solucionar problemas de una manera más fundamental.

Trabajar duro en ser un mejor líder, y al mismo tiempo inteligente por fomentar una cultura laboral sana y que respete a las personas que se desarrollan en ella. No suena mal.

Conclusión

La decisión de trabajar duro o trabajar inteligente, a final de cuentas, termina siendo responsabilidad de cada quien.

Si tú, como líder, en tu organización fomentas una cultura de trabajo duro, hazlo con la conciencia de que las personas que trabajan contigo eventualmente van a cansarse y se van a ir.

Si, por el contrario, fomentas una cultura de trabajo “inteligente”, date cuenta de que probablemente estás creando una organización que produce soluciones frágiles y costosas.

Pero si fomentas una cultura de trabajo asíncrono, estarás asumiendo tu responsabilidad como líder de equipo. Crecerás personal y profesionalmente, mientras generas un ambiente de confianza, autonomía y responsabilidad compartida con tu equipo. Uno donde las personas se sentirán parte de una organización que respeta su tiempo, esfuerzo y pericia.

Así que, entre decidir trabajar duro o inteligente, recuerda que hay que ser lo suficientemente inteligente para identificar en qué trabajar duro.

Razones comunes para que los desarrolladores busquen nuevos empleos

StackOverflow compartió en su blog los resultados de una encuesta que aplicaron a 500 desarrolladores de software. La idea era encontrar los factores que  actualmente están jugando un papel importante en el mercado laboral de desarrolladores.

Las respuestas podrían parecer obvias para cualquier persona que trabaje en el medio. Sin embargo, creo que es buena idea analizarlas un poco más allá simplemente compartir el número de personas que prefieren tal cosa en lugar de otra.

Los resultados

Why are you looking for, or open to, a new job? 65% Better salary/pa, 39% wanting to work with new technologies, 36% Better work /life balance, 35% Growth or leadership opportunities

Para buscar nuevas oportunidades, 65 % lo hacen por un incremento de salario. Esto no debería de sorprenderle a nadie. En los últimos meses, sobre todo, se ha visto un incremento sustancial en la inflación de los salarios para personas que trabajamos en software. Hay varios factores que podrían estar influyendo en esto: la pandemia, la devaluación de la moneda, que cada vez hay empresas con más recursos para “quemar”.

Al momento de considerar empresas para unirse, el 56 % quieren que la empresa le ponga atención al developer experienceEste dato sí me sorprendió, pero tiene sentido. Conforme los retos se van haciendo más complejos y los equipos se van haciendo más distribuidos, lo que quieren los desarrolladores es que las empresas realmente inviertan en la infraestructura para soportar sus esfuerzos.

Hace unos años, la discusión sobre el developer experience era relativamente sencilla, porque había un alto grado de probabilidades de que los problemas se mitigaran simplemente eligiendo el cliente de git adecuado para el equipo. Hoy en día, los desarrolladores esperan que haya una infraestructura para colaborar, empujar código a producción, resolver conflictos, recabar datos, y más. Y no solo eso, sino que esperan que haya un equipo encargado de soportar dicha infraestructura.

Aquellas empresas que reparen en invertir en mejorar y facilitar el trabajo de los desarrolladores la van a tener muy difícil contratando reteniendo talento.

Lo que hace que una empresa sea poco atractiva tiene que ver con el nivel de micromanagement de la organización. Me sorprendió conocer que hay algunas organizaciones prohíben a sus desarrolladores usar Stack Overflow. Fuera de eso, la mayoría de los desarrolladores están de acuerdo en que lo que quieren es que la cultura de la empresa no esté basada en el control y la desconfianza.

También me sorprendió la tercera razón más popular que hace que una empresa no sea atractiva para un desarrollador: que no tengan los recursos para darle confianza en su trabajo. ¿A qué se refiere esto? Algunas ideas:

  • Que no haya un proceso de retroalimentación establecido
  • Opacidad en el proceso de toma de decisiones
  • Una estructura organizacional demasiado plana
  • Y, retomando el punto anterior, indiferencia por el developer experience

La reputación de la empresa es primordial para el descubrimiento inicial de oportunidades. De acuerdo con los resultados de la encuesta, 47 % de los desarrolladores toman más en serio las recomendaciones de oportunidades que vienen de su red personal (familiares y amigos) que cualquier otro medio. Hace poco escribí sobre este fenómeno:

Es mucho más importante, para tu desarrollo profesional y tu superación personal, estar con las personas correctas, que en la compañía con el nombre más conocido.

Bien dicen que la publicidad de boca en boca es la más efectiva.

Conclusiones

El mercado laboral está más “caliente” que nunca. Y veo que muchas de las conversaciones al rededor del tema se enfocan en cómo se puede hacer para contratar más personas, pero lo que leo entre líneas de estas respuestas es que deberíamos estar hablando mucho, mucho más de cómo retener el talento que ya tenemos en nuestras compañías.

Si pudiera hacer sugerencias accionables para 1) retener al talento que tienes y 2) hacer tu compañía más atractiva para otros desarrolladores, te diría, en orden de importancia:

  • Invierte en facilitar el trabajo de tu equipo. Desarrolla infraestructura que ayude a que tus desarrolladores se puedan enfocar más en el qué, y no el cómo de hacer su trabajo. Pule los procesos de desarrollo, despliegue y revisión de código. Establece procesos claros par resolver conflictos.
  • Mejora tu cultura de colaboración. Promueve el dar y recibir feedback de manera orgánica y constante. Asegúrate de que los desarrolladores tienen la visibilidad necesaria para tomar decisiones y hacerse responsables de sus acciones. Empodera a tu equipo.
  • Hazlos sentir orgullosos de trabajar en tu compañía. 
  • Súbeles el sueldo. Índice de inflación anual, multiplicado por 2. Al menos.

Cosas que no te enseñaron en la escuela, pero debes saber para trabajar en la industria del software

A continuación te comparto cosas que no te enseñaron en la escuela, pero que debes de saber si quieres trabajar en la industria del software.

  1. Tú te pones tus propias metas. En la escuela tenías la comodidad de llevar un “plan de estudios”. Sabías lo que seguía en cada paso. Acá afuera nadie va a entregarte un plan de estudios para tu carrera profesional. Tienes que definirlo por ti misma.
  2. No tienes que pedir permisos. ¿Quieres aplicar para un trabajo? ¿Te urge cambiar de tecnología? ¿Te gustaría ganar en dólares y vivir en LATAM? ¿Tu sueño es trabajar para un unicornio? ¿Lo que quieres es pasar más tiempo con tu familia? Date. Nadie te detiene.
  3. Debes de tomar decisiones por tu cuenta. En la escuela te condicionaban a aprender una metodología preestablecida. Salirte del protocolo era castigado. En la vida real tienes que aprender a tomar decisiones y a hacerte responsables de sus consecuencias. Nada más.
  4. Puedes irte en cualquier momento. Tenía un profe que se quejaba de los alumnos diciendo “es que ustedes creen que las cosas van a ser como ustedes quieran”. ¿Y por qué no? Si estás en un trabajo o situación que no te favorece, ¿para qué te quedas? No te pongas la camiseta.
  5. Se espera que sepas colaborar, no que te sepas todos los lenguajes de programación del mundo. Saber más lenguajes de programación solo significa que sabes más lenguajes de programación. Aprende a resolver problemas colaborando — técnicos, de negocio, de usuario.
  6. Saber hacer la pregunta correcta es más importante que ser una enciclopedia de conocimiento. Expandiendo en el punto anterior un poco. “No es la respuesta de StackOverflow, es que sepas lo que tienes que Googlear para encontrarla.”
  7. Programar es un medio para resolver problemas, no un fin. Sí, yo sé que es bien divertido programar. Te aconsejaría que no te clavaras únicamente en eso. Puedes programar toda la vida y no resolver ningún tipo de problema. Y te van a pagar por resolver problemas.
  8. Una solución que es correcta el día de hoy, mañana puede ser considerada ineficiente. Yo creo que en software no hay soluciones “exactas”, sino soluciones “ideales para la situación actual, con el conocimiento que tenemos”.
  9. Existen lenguajes más aptos para resolver ciertos tipos de problemas. Hay desde “lenguaje especializado” que es complicado de aprender, pero te dará soluciones compactas, a “lenguaje genérico” que es fácil de aprender, pero será lejos del ideal para resolver todo.
  10. Mientras más “escalas” de posición, se trata menos del código y más de las personas. Las habilidades más valiosas de alguien considerado “Sr.” son las sociales y de liderazgo. Gente que programe “bien” hay un montón.
  11. Necesitas una red de apoyo. Sí o sí. Rodéate de gente que te quiera ver crecer y que comparta tus principios y valores.
  12. Aprende a valorar tu trabajo. Costo ≠ Valor.  No cobres por el esfuerzo físico que lleva hacer una tarea. Cobra por el valor del problema que estás resolviendo.

Originalmente compartí este hilo en Twitter, donde también puedes seguirme.

Ser líder es como jugar una partida de póker

No sabes qué cartas te van a tocar. Pero cuando te las dan, debes de tomarte el tiempo para analizar cada una y ver cómo encaja con las otras que tienes en tu mano.

Una sola carta, aislada, no gana una partida. No importa si en tu mano tienes un 10, A, Q, J y K, si no sabes que juntos hacen una Escalera Real. Solamente tenías que cambiar el orden en que la veías.

Sucede lo mismo con las personas.

Liderar un equipo no se trata simplemente de cumplir metas o de alcanzar resultados estrictos. Se trata de reconocer las habilidades (y debilidades) de cada uno de los miembros del equipo.

Como líder, así como cuando juegas una partida de póker, tu única tarea es optimizar para sacarle el mayor provecho a las piezas con las que cuentas. Y la manera más sencilla de perder es no saber reconocer lo que tienes.