Cómo rechazar una oferta de trabajo de manera decente

Hace un par de semanas me integré al equipo de ingeniería de Homie (estamos contratando ?) y tuve que detener un proceso de reclutamiento que tenía con otra empresa. Esto me puso a pensar en este tipo de interacciones y en cómo el discurso de la industria está seriamente sesgado hacia los procesos desde el punto de vista de la empresa.

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Mucho se habla de cómo buscar un trabajo, y de cómo atraer a los reclutadores. El objetivo, a final de cuentas, es que esa conversación desemboque en una oferta laboral. Pero la vida real es impredecible, y hay ocasiones en las que ya tendremos al reclutador o empresa de nuestro lado y tendremos que tomar la decisión de decir “gracias, pero no gracias”.

¿Por qué rechazarías una oferta de trabajo?

“Estoy buscando trabajo” es una frase que me da escalofríos. Creo que todos hemos pasado por esa incertidumbre de querer hacer un cambio, por la razón que sea. Y encontrarse en ese limbo entre iniciar una búsqueda mientras estás atendiendo el trabajo que ya tienes no es sencillo.

Entonces, ¿por qué rechazarías una oferta de trabajo que tanto te costó conseguir? La respuesta puede variar de persona a persona. Durante una llamada con los miembros de la comunidad exclusiva hicimos esta pregunta, y algunas de las respuestas que se mencionaron fueron las siguientes:

  • La cultura no empata
  • Maltrato durante el proceso de entrevistas
  • El puesto no está alineado con lo que buscas a largo plazo en tu vida personal
  • Ya tenías otra oferta de trabajo
  • No te ofrecieron el rango salarial que buscabas

Pero también caímos en cuenta que esto es solamente la mitad de la ecuación: saber que no se quiere continuar con el proceso de reclutamiento es una cosa. Salirse del mismo es otra completamente diferente.

Durante la llamada, también se tocó el punto de que los latinoamericanos somos mucho más reacios a decir que no — a cualquier cosa. Simplemente nos cuesta negarle algo a alguien. Esto nos puede costar muchísimo profesionalmente, sobre todo cuando se trata de “no dejar ir una oportunidad”.

¿Cómo decir “no, gracias”?

Creo fielmente que todos nos beneficiaríamos de tener un manual de cómo lidiar con situaciones a las cuales no estamos acostumbrados. Decir que no a una oferta laboral o un proceso de reclutamiento es una de ellas. Por eso, le pregunté a los miembros de la comunidad si habían tenido que parar algún proceso de reclutamiento con alguna empresa, y si sí, cómo lo habían hecho.

“En mi opinión la mejor forma de rechazar una oferta laboral es siendo directo y honesto explicando el por qué,” me comentó un, argumentando que “el feedback es algo que no solo debemos recibir, sino también dar.” Creo que todos en alguna ocasión nos hemos quejado de que un proceso de entrevistas no se concreta (es decir, no nos dijeron ni sí ni no, que en realidad es un no), pero que no supimos por qué. Es algo que nos gustaría que se mejorara de los procesos de muchas empresas, pero creo que rara vez nos preguntamos si nosotros estamos haciendo algo para resolver ese problema de nuestro lado. Si queremos que algo cambie, empecemos por lo que nos toca.

“Pienso que de manera muy formal y siempre dejando las puertas abiertas (vaya uno a saber las vueltas que da la vida)”, comenta otro miembro de la comunidad, tocando un punto bien importante. Salir de un proceso de entrevistas de la mejor manera posible es algo que como profesionales no nos cuesta mucho trabajo. Sin embargo, habla muy bien de nosotros e incluso podría generarnos más oportunidades de las que nos quita.

Desde que iniciamos un proceso tenemos una idea de qué tantas ganas tenemos de que nos acepten. “… es válido decir el motivo, y aprender a decir no, no quiero, no me interesa,” opinó otro miembro, haciendo hincapié en que también es nuestra responsabilidad ser honestos con nosotros mismos al momento de decidir si iniciar un proceso de reclutamiento. Si desde un inicio sabemos que muy probablemente no es la opción para nosotros, podríamos ahorrarle tiempo a todos los involucrados y parar el proceso cuanto antes.

Los procesos de reclutamiento son arduos para todos los involucrados. La persona que está buscando empleo se prepara para más de una entrevista, seguramente. Mientras que la persona conduciendo la entrevista tiene que entrevistar a más de un candidato — probablemente durante el mismo día. No es un proceso fácil para ninguna de las partes involucradas, y hacer un esfuerzo, por más mínimo que sea, puede ahorrar muchos disgustos e incertidumbres.

Conclusiones

Las perspectivas, experiencias y recomendaciones fueron variadas. Pero todas se centraban al rededor de las mismas ideas.

De manera concreta, te puedo decir que para detener un proceso de reclutamiento, o rechazar una oferta de trabajo, estarás cubierto si sigues las siguientes recomendaciones.

  • Habla con honestidad. No hay herramienta más útil para promover el cambio que la honestidad. ¿No estuviste de acuerdo con alguna parte del proceso? Dilo. ¿Tienes otra oferta más atractiva? Dilo. ¿Simplemente no te sientes identificado con la misión de la empresa, o no te gusta lo que harás? Dilo.
  • Habla a tiempo. A nadie le gusta que le hagan perder el tiempo. El mejor momento para salirte de un proceso que ya sabes que no te gusta fue cuando te diste cuenta de eso. El segundo mejor momento es ahora.
  • Habla con respeto. La persona con la que hablaste no es la compañía. Muy probablemente ni siquiera estén en sus manos los términos o condiciones que guiaron tu proceso. Sí, es frustrante, pero no es justificación para faltarle el respeto a nadie.
  • No te prives de futuras oportunidades. Si cumples con los 3 puntos anteriores, tendrás una ventaja competitiva importante. Asegúrate que no se arruine todo haciendo comentarios como “de todos modos ni quería trabajar en su empresa toda fea”. Ya llegaste hasta aquí con la frente en alto, de la manera más profesional posible. Honra tu propio esfuerzo dejando las puertas abiertas para posibles futuras oportunidades.