Convertirte en manager no es un ascenso. Es un cambio de carrera.

Si en tu empresa te quieren ascender a manager porque eres la persona con mejores capacidades técnicas de tu equipo: felicidades. Acabas de ser víctima del Peter Principle, que dice:

“En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia.”

¿Hiciste un buen trabajo como Jr.? Felicidades, ahora eres Mid. ¿Seguiste haciendo un buen trabajo? Genial, ahora eres Sr. ¿Sigues siendo excelente en tu trabajo como desarrollador? Felicidades, ahora eres manager, y tienes responsabilidades para las que no estás preparado, y probablemente ni siquiera quieras tomar.

Las habilidades fundamentales que te hicieron tener éxito como contribuidor individual, no son las mismas que te harán tener éxito como manager.

Escribir “buen” código no se traduce en capacidad para analizar y resolver problemas organizacionales. Saber escoger el lenguaje de programación o framework adecuado para resolver un problema de arquitectura, no se traduce en saber entender las necesidades personales y aspiraciones profesionales de tu equipo, y alinearlas con las de la empresa.

Probablemente, dentro de tu organización, el convertirte en manager venga con aumentos salariales o mayores prestaciones. Pero ten en cuenta que es un trabajo completamente diferente. Convertirte en manager no es un ascenso. Es un cambio de carrera completo. Puede que estés trabajando en tu misma industria; incluso hasta con el mismo equipo. Pero tus responsabilidades ahora son completamente diferentes.

Antes de aceptar el “ascenso”, pregúntate: ¿sabes a qué te estás metiendo? ¿Estás consciente de las implicaciones del nuevo rol? Y más importante aún, ¿quieres hacerlo?

No tener claras las respuestas a estas preguntas te pone en riesgo de sufrir burnout.

Estarás jugando otro juego. Uno que no conoces. ¿Cómo vas a ganar?