¿Eres recurso o asset? Descubre si tu empresa te valora
Envía tu pregunta por correo electrónico a pregunta@swanros.com. Te responderé en privado, y probablemente publique esa misma respuesta en esta página.
Un lector y miembro de la comunidad me pregunta por correo electrónico cómo puede detectar si para su empresa es solamente un recurso.
Nota: edité un poco la pregunta original por brevedad.
Mi pregunta es ¿COMO SABER SI SOY UN RECURSO O UN ASSET?, lo digo porque en un momento en mi empresa sentía que solo valoraban lo que hacía solo para tener el producto o la app terminada, y en cambio en la consultora, me mandan cositas y regalos y me siento que ahí si me quieren. Espero y me puedas ayudar con esta parte, y la verdad muchas gracias por todo esto, saludos.
Mi respuesta:
Es una pregunta muy interesante, y creo que vale la pena dedicarle un tiempo para poder descomponer la premisa.
Comencemos por lo siguiente: si eres un recurso o un asset no lo determinas tú, sino la empresa. Si bien puedes influenciar la situación a tu favor, dependiendo de qué es lo que quieras, muchas veces no es algo que tú puedas decidir en primera instancia.
Lo que debes de tener claro es que esto es una cuestión de cultura, no necesariamente de estar bien o mal.
Ahora, analicemos la palabra misma, “recurso”. Wikipedia es bastante claro:
Un recurso es una fuente o suministro del cual se produce un beneficio. Recurso se refiere a cuando alguien tiene algo.
Para estar en la mentalidad adecuada, lo primero es tener clara la implicación de lo que significa que te consideren un recurso. En este artículo hablé un poco al respecto. Ahí exploré el concepto de las empresas de línea de producción, que se caracterizan por llegar a la meta de ventas mecánicamente. Este tipo de empresas son bastante propensas a caer en la mala práctica de tratar a sus miembros como recursos.
¿Cómo sé que solo soy un recurso?
Por más increíble la respuesta más sencilla es: te sientes usado y reemplazable.
Para dar un poco más de detalle, estos son algunos de los síntomas de que estás en una empresa que te ve simplemente como un recurso.
- No sientes que tus contribuciones aportan más allá de un número en una hoja de cálculo.
- No recibes feedback de cómo podrías mejorar en tu trabajo.
- Sientes que la distribución de responsabilidades no va de acuerdo con las habilidades de las personas.
- No hay un camino de crecimiento claro dentro de la organización.
- Las tareas que se te asignan parecen no tener una justificación objetiva; no sabes por dónde te va a llegar la siguiente fuente de incertidumbre. (Algunas empresas le llaman a esto ser “dinámicos”)
La característica principal de un recurso como tal es que es completamente transigente. Un tornillo deja de servir en el momento en que se “barre”. Una escoba deja de servir en el momento en que las cerdas son demasiado suaves. Un colaborador deja de servir en el momento en que su desempeño no es el que se espera de acuerdo a metas arbitrarias. O peor aún, en el momento en el que el colaborador decide levantar la mano para decir “no me parece justo”. En ese momento, muchas veces se les pone la etiqueta de que son difíciles de trabajar con ellos. “No se ponen la camiseta”.
Por otro lado, me gustaría creer que no todas las organizaciones son iguales. Fantaseo con la idea de que todos los directores de empresas en algún momento se den cuenta de que procurar que sus equipos puedan crecer dentro de la organización no les da otra cosa más que beneficios directos.
El argumento más común que he escuchado para no promover el crecimiento profesional de las personas es “que se me van a ir”. Y mi respuesta es ¡que se vayan!
Piénsalo de esta manera, asumiendo que mi empresa trabaja en una industria específica. Si yo entreno a mi equipo con los estándares más estrictos del mercado y procuro su bienestar, tengo una ventaja competitiva bastante grande. Si esas personas se van de la empresa, significa que yo no estoy haciendo un buen trabajo y tengo una oportunidad de mejorar. Además, si esas personas se van a la competencia, eso solamente significa que mi mercado es lo suficientemente grande como para que haya competencia en primer lugar. Y cualquier organización decente, creo, tiene clara la noción de que la competencia sana solamente trae beneficios. A largo plazo, pero beneficios.
El peor pecado que podemos cometer como profesionales es caer en el cinismo de creer que no necesitamos seguir trabajando para mejorar constantemente.
Ahora, ¿cómo sé que sí me valoran?
Porque sientes que les importa tu crecimiento profesional. Exactamente todo lo contrario de ser tratado como un recurso.
Algunos síntomas de que estás en una empresa que quiere que seas el mejor de tu industria:
- Sabes que tus contribuciones pueden tener un impacto no solamente en el producto, sino en la organización como tal.
- El feedback que se te da es con el objetivo de hacer que mejores, no de recalcar dónde cometiste tu error.
- La cultura de la empresa promueve la noción de que subir de puesto no significa que eres mejor que otras personas, sino que tienes lo que se necesita para tomar más responsabilidades.
- Sabes exactamente los hitos que te pueden hacer merecedor a un avance de carrera.
- No hay incertidumbre, ni en los proyectos que se te asignan, ni en la razón por la cual se te asignan.
- Se promueve un sano balance trabajo/vida.
¿Te identificas? Felicidades.
¿Qué hago con este conocimiento?
Lo importante acá es recalcar lo que compartí al inicio de este correo: si eres un recurso o un asset no es decisión tuya. Tu parte de la ecuación es cómo te sientes con la situación actual, y si crees que si un ambiente en el cual quieres seguir.
Claramente hay personas que simplemente quieren llegar, hacer su trabajo, y continuar con su vida. Se vale. Pero como compartía hace unos días en el canal de Telegram de El Podcast DEV, si tú en primer lugar no tienes interés por mejorar en tu carrera y crecer tu skillset, y resumes tu trabajo y contribución a “una transacción entre la empresa y yo”, entonces no te puedes quejar de que te traten como un recurso. Simplemente no se puede. Porque esa es la mentalidad con la que estás llevando tus contribuciones.
Congruencia.